Buenas y consternadas tardes para todos.
El ser humano nos caracterizamos, entre otras cosas, por no dar el justo valor a lo que tenemos, hasta que lo perdemos. Esto es lo que hemos podido comprobar, con toda la crudeza del mundo, en el terremoto que ha azotado Haití.
Como no todo en la vida son cruceros, punta canas y cocolocos, no puedo por menos que rendir un tributo y sentido homenaje, a las miles de víctimas del tremendo acontecimiento natural ocurrido en Haití y más concretamente en su capital Puerto Príncipe.
Hace aproximadamente 15 años, mi esposa y yo tuvimos la fortuna de conocer una pequeña porción de ésta bonita tierra, Labadee, puerto en el que hicimos escala con el Sovereign of the Seas, por entonces propiedad de Royal Caribbean. Pudimos comprobar que, a pesar de las miserias que les rodeaban, tenían siempre una bonita sonrisa para el turista que por allí pasaba.
Creo sinceramente, que éstos son los momentos en los que debemos acordarnos de ellos, no solamente cuando les vemos en nuestros viajes de vacaciones, por lo que desde aquí, os invito a que realicéis cualquier tipo de aportación económica en las cuentas creadas al efecto por muchas entidades bancarias. Por favor, no me seáis “tacañetes”, que muchos aquí presumís de los cruceros que habéis realizado, los cuales, por cierto, no son precisamente baratos. Yo ya he realizado la mía, y no sabéis lo reconfortante que puede llegar a ser, pensar que, uno, dos o cinco niños van a poder comer estos días o se podrán vacunar gracias a ello. No podemos hacer más que esto, pero pienso que bien administrado por las diferentes organizaciones, puede servir de mucha ayuda a los damnificados. Los muertos, que en gloria estén. D.e.p.
CAPÍTULO QUINTO.
GUADALUPE, FÁBRICAS DE RON: ESTO ME GUSTA UN MONTÓN.
07:30 H.
Los humanos también tenemos la rara costumbre de comer, y algunos, los más voraces, lo hacen hasta varias veces al día.
Mi familia y yo somos de éste tipo de gentuza que no hace más que comer y comer y comer; bueno, y beber (véase cruceros, véase punta cana resort todo incluido). Bueno, más bien yo, que si no me regañan.
Por ello, a las 07:30, ya estamos en el “bufete”, dispuestos a catarlo “toro, toro, toro”.
Pero, Pullmantur, es más rápida que las balas, por lo que por mucho que madrugues, ya has atracado. Menuda mala leche se me está poniendo, oiga…
Guadalupe consiste en un par de islas prácticamente unidas, que son Grande Terre y Basse Terre, solamente separadas por el canal Riviere Salee. Esto hace de la isla un encanto particular. Goza de grandes alturas, lo que junto al agua de lluvia, le da una frondosidad espléndida. Su capital es Pointe a Pitre, corazón comercial e industrial. Por lo que nos dijo el paisano taxista, debido a su riqueza natural frutal, son los mayores abastecedores de frutas varias y variopintas de todo el Caribe. ¿ Alguno de vosotros conoce el ABOGADO? Ja, ja, ja, (esto es para Kytopa, que a mi hoy no me apetece mucho reirme).
Moneda local el Euro. Idioma Francés e Inglés.
08:30 H.
Preparaditos como siempre, con nuestra botellita de agua, nos dirigimos a desembarcar los 8 jinetes del apocalipsis Kytopas, Bilbao-Brasil y Grijanders (una de nosotros estaba un poquito indispuesta).
-¡¡Pero qué recibimiento, Dios Santo!!.  Grupito de música, paisanas vestidas para la ocasión, bailes típicos, ron, ron y más ron…je, je. Esto mola, bebiendo desde nada más llegar…Vaya tropa…
-¡Vámonos hombre, que son las 09:00, ya tendréis tiempo de bailar esta noche!.
Nos abordan todo tipo de taxistas, ofreciéndonos realmente todos lo mismo. Finalmente, y cuando dejamos el “chunda chunda”, se nos presenta el que, a la postre, sería nuestro “frutero de guardia”. Este taxista nos ofrece un monovolumen ideal para el grupo que formamos y al mismo tiempo, muy buen trato y precio. Creo recordar que el importe por persona rondó los 25 ó 30 euros. El itinerario negociado, fue el parecido a todo el mundo: Pequeño recorrido por la ciudad, Fábrica de Ron, Parque Nacional de Guadalupe, bañito es las bonitas playas de Santa Ana and back to the Pacific Dream.
09:20 H.
Iniciamos nuestro recorrido con el Grijander como copiloto y traductor oficial. En mi vida me he visto en otra…Aquel hombre parecía frutero. No había árbol por el camino  del cual no nos dijese su nombre y parada para hacer una fotito.
Anécdota: Aquel hombre moreno todo afanado en que conociéramos hasta la última rama frutal, nos dice lo siguiente “we have to see the abogado”, a lo cual asentimos pensando que tenía que dejar los papeles del IVA trimestral, los del divorcio o algo parecido. En ese instante hace un giro de 180 grados en medio de la calzada dirigiéndose en sentido contrario y, a unos 100 metros se para en la acera y nos dice “you can see the abogado”. “Oye, cómo le ha cambiado el aspecto”, pensé yo. Tenía el pelo verde y muchos, pero que muchos brazos.
“Vaya tropa de zotes que estamos”, pero si son aguacates. Evidentemente, no era su abogado, sino el árbol abocatero o "avocado tree".
Moraleja: De esta vida sacarás, lo que metas, nada más…
Bien, pues vista un poco la ciudad, con pequeño complejo deportivo incluido, con los graffitties de los deportistas negros franceses dibujados sobre las fachadas ( tsonga, Henry, etc), nos dirigimos a la factoría de Ron, donde pudimos contemplar todo el proceso de fabricación de este rico elemento, desde la descarga de la caña de azúcar, su trituración, la destilación, almacenaje, envasado y cata; sobre todo esto último, je, je.
A la salida de la destilería y, a petición de Carliños Brown y Kytopa, nuestro fiel chofer y frutero, nos tenía preparada una caña de azúcar totalmente pelada y troceada, para que la fuésemos degustando por el camino. Un encanto de hombre, la verdad. Nos hicimos unos “retratos” con él en la puerta de la fábrica (Kytopa, autorizada a subirlas).
De aquí, al Parque Nacional de Guadalupe. Qué frondosidad, madre mía. Qué cascadas y qué ríos más caudalosos. Da gusto ver tanto verde y tanto agua juntos… Lo más triste es que se nos echó a llover como ya sabéis que llueve, los que conocéis el Caribe. Con deciros que a amama Marian, una de las primeras gotas le apagó el cigarrillo… Las demás gotas ya se ocuparon de bañarnos enteritos y ponernos “a la moda”. Muy de agradecer las toallas que dejan sacar del barco para ir a las diferentes playas. Son azules, las mismas que las de la piscina, no las de la ducha del camarote. Se las podéis pedir a diario al/la cabinista (sólo si están húmedas o sucias, por favor, que hay que ahorrar. Gracias).
Ah, se me olvidaba. Las cámaras de video y fotos no sufrieron ningún desperfecto gracias al improvisado armario de Kytopa (verdad nusita?). Que lo cuente ella si quiere, porque yo sigo pensando en cómo lo hacía la tía. Que “virguerías”, oiga. Cómo se lo guardaba. Jua, jua, jua.
Debido a la gran tormenta, no pudimos ver lo que ellos denominan ( y en el programa de excursiones de pullman también) la “tirolina”. Consiste en un puente de madera y cuerdas, muy típico de las zonas selváticas y que da una cierta impresión cruzarlo. Nuestro amigo Franky, sí tuvo el gusto de hacerlo y nos dijo que estaba bastante bien. No os lo perdáis si vais por allí.
En vista del éxito obtenido en el parque, nos dirigimos a darnos un “megabaño” en las preciosas playas Guadalupeñas o Guadalupenses. El “frutero”, nos comentó que no nos preocupáramos, ya que a la distancia que estaba la playa, allí no llovería. ¿Sabeis de donde viene el agua del río Guadalete que se ha desbordado esta semana?. Pues sí, pues eso, de la que nos cayó en la playa de Santa Ana…grrrsssstttthhhh. Nada, que nos quedamos sin baño, solamente alguna fotillo de rigor (autorizada Kytopa a subirlas).
Reunido el gabinete de crisis, decidimos que donde mejor se estaba era en el Pacific Dream, ya que eran cerca de las 14:00 H y algunas tripas ya solicitaban su “rancho”…
14:30 H.
-Thank you very much for your work. See you next time. Have a nice day.
O lo que viene siendo lo mismo: “aquí tienes el dinero. Gracias “torpedo” por esta bonita excursión”.
Nos subimos, como ya sabéis que tenemos la fea costumbre de comer, al Grill, donde nos reunimos todos para “apretarnos” unas hamburguesas, perritos, vamos, carnaza en general, así como unas cervecitas que bien nos habíamos ganado esa mañana.
Posteriormente, ya sabéis lo que viene, cafés varios y variopintos con pastitas de té en la cafetería cubiertas 7 u 8, y gin tonics, muchos gin tonics...
Nota del autor:
Estimados amigos, con motivo de la extensión de algunos relatos, y si no os importa, dejo para el próximo envío el expectáculo y la cena "piratas", interesantes ellos.
Asimismo, realizaré el siguiente capítulo de la gran novela "Como hacer un crucero todo incluído por el caribe y no morir en el intento", titulado: Capítulo Sexto: 7 DE JULIO, SAN MARTÍN.
PD: POR FAVOR, LO MÁS INTERESANTE DE ESTE RELATO, SE ENCUENTRA EN EL LOS PRIMEROS CUATRO PÁRRAFOS. MUCHÍSIMAS GRACIAS.
