HURTIGRUTEN - NORUEGA

PÉSIMA EXPERIENCIA con Hurtigruten. Prueba a dormir encima de una lavadora. No, no estoy exagerando. Esa es la sensación que tienes cuando intentas dormir en un barco de Hurtigruten (en nuestro caso el MS Nordlys). Vibraciones y ruido insoportables. Ojo, porque --a juzgar por otras críticas que he leído al respecto-- esto pasa en varias zonas del barco (no solo en las cubiertas inferiores) y en muchos casos el camarote no está garantizado, por lo que puedes terminar durmiendo en una lavadora a un precio muy, muy caro. Y si el ruido y las vibraciones durante la navegación son una pesadilla, no te quiero ni contar lo que ocurre en cada atraque y salida de puerto. Es como si estuviera el camión de la basura junto a ti.
Pero como no hay mal que por bien no venga, lo positivo de esta situación es que nos permitió ver cómo es la vida a bordo de un barco de Hurtigruten. Edad media de sus pasajeros: 70 años (repito, edad media). Entrenimiento a bordo: inexistente (salvo que ahí incluyáis la lectura de poesía y escuchar música clásica). Excursiones al llegar a puerto: imposible hacerlas por tu cuenta, dado que los barcos apenas están 10 minutos en cada puerto. Para ver algo tienes que contratar una excursión con la naviera, que te lleva en autobús posteriormente al puerto siguiente. Conclusión: Jamás volveremos a viajar con Hurtigruten. La próxima vez lo haremos con Hávila, que tienen barcos con motor eléctrico mucho más silenciosos.