Al no ofertar en español la excursión “Un paseo por el corazón de Lisboa” la hicimos por nuestra cuenta trasladándonos a la Praça dos Restauradores utilizando el Shuttle Bus (Navetta) por 7 €.
Desde una calle de las que desembocan en la plaza tomamos el tranvía (funicular) Elevador da Gloria que por poco más de 3 € nos lleva al Barrio Alto. En tan solo cinco minutos subimos los 265 metros que nos separan del mirador de São Pedro de Alcântara, que nos ofrece unas increíbles vistas de la ciudad transmitiéndonos su atmósfera más auténtica gracias al paisaje de los típicos tejados de tejas. Se encuentra a la derecha del punto donde finaliza el recorrido del elevador.
Regresando al punto anterior nos dirigimos a la Iglesia de São Roque por una estrecha acera a la izquierda de la parada del tranvía. La legendaria Iglesia de São Roque es situada en el típico barrio antiguo de Bairro Alto, en el corazón del centro histórico y cosmopolita de Lisboa. La Iglesia comenzó su construcción en 1506, al lado del cementerio donde fueron sepultadas las víctimas de la plaga negra, situada a las afueras de las muras y dedicada a la Santa Roca, protectora de estas infecciones de la plaga. Esta Iglesia, de acuerdo con la convención de la Compañía de Jesús arquitectónica, presenta una fachada sobria con ricos y espaciosos interiores, compuesta de ocho capillas, en grupos de cuatro, profundamente decoradas en madera tallada en dorado y mármol
Junto a la iglesia pudimos visitar gratuitamente el Museo (por ser jubilados) que incluye una exposición sobre la capilla de San Juan Bautista.
Con el mismo funicular volvimos a la Baixa, un barrio del centro de Lisboa, donde paseamos por la Praça da Figueira, la plaza principal, y el Rossio, nombre común de la plaza Dom Pedro IV, corazón de la ciudad, desde donde salen de manera radial todas las calles principales.
Paseamos por la Praça do Comércio, considerada por muchos la más bella de Europa, pero que estaba llena de vallas por los preparativos de un evento de Eurovisión.
Desde allí regresamos a la Plaza de los Restauradores , realizada en conmemoración de la liberación de Portugal del dominio español, que tuvo lugar en 1640. Se caracteriza por la presencia de un obelisco en el que están marcadas las fechas de la Restauración portuguesa.
Después de la siesta fuimos a una “Degustazione vini” en el Salón Capri.
El espectáculo del día fue “Adams Medini in voyage” calificado como un viaje absoluto al mundo de la fantasía.