Digamos que si queremos hacer un crucero de lujo podemos optar por un barco grande, tipo Crystal Symphony o un gran yate en donde, cada uno de sus apartados rondan la excelencia. La italiana Silversea, lleva convirtiendo la aventura de la navegación en un arte. Una forma europea que rezuma clase y estilo por los cuatro costados.
Por gentileza de Un Mundo de Cruceros pudimos visitar el Silver Whisper, un barco con fórmulas clásicas de casi 30.000 toneladas y que representa la clase intermedia, entre los pequeños Silver Cloud y el novísimo Silver Spirit. Recien reformado, ofrece unos interiores serenísimos, armónicos y en donde no hay ni un ápice de mal gusto o estridencia en ninguna de sus esquinas. El Silver Whisper tiene siete cubiertas, y como otros barcos de la compañía ha decidido que se sigue la distribución de colocar las suites en proa, y las zonas comunes en popa, por eso de separar claramente ruidos de la vida cotidiana de un crucero, y las zonas de descanso.
DECORACION
En la cubierta cinco tenemos encontramos la parte inferior del teatro en tonos escarlata, junto con quizás la estancia más agradable del barco que es The Bar, y que es perfecto para un bebida antes de entrar al teatro, que es especialmente amplio. Un lobby circular, con los usuales servicios de atención al cliente como recepción, excursiones, etc, y una zona de boutiques de productos Premium. En la seis encontramos la parte superior del teatro. En la siete tenemos el Buffet La Terraza con mesas en el exterior, y el exclusivo La Champagne además del Humidor para degustar puros y licores Premium, decorado con toques de club inglés en donde abundan los cueros y las maderas oscuras.
La piscina es amplia y también ha sido remozada recientemente, y nos sorprendió el espacio para un barco de este porte, en donde hay el número suficiente de tumbonas. Adicionalmente un bar, y el usual grill para los días de climas propicios. Más hacia popa, encontramos el salón común más importante del barco, que es el Panorama Lounge, en donde quizás no termina de encajar la mezcla cromática de sus tapicerías en tonos también burdeos. Sin embarco la luminosidad es perfecta, permite bailar en una pista de baile especialmente amplia, y tiene una terraza en popa perfecta para salir con una copa al exterior de noche, cuando el barco está navegando. La librería es relativamente amplia. Los servicio de SPA están la ultima cubierta como es usual en los barcos de Silversea.
SUITE LIFE
Vida de suite. Lo más destacado de un crucero de lujo, es la calidad de las suites. No hay interiores sino una gama que va desde la vista suite, pasando por las Veranda y Terrace y para terminar con las opulentas Medalion, Silver, Royal, Grand y Owner en donde encontramos diferentes distribuciones, y pueden llegar a medir 126 metros. Las más básicas llegan a los 27 m2, lo que constituye todo un universo de espacio personal.
Maderas nobles, lencerías de lujo, y un sinfín de detalles como selección de artículos de baño de lujo de Salvatore Ferragamo, Bulgari o hipoalergénicos, minibar rellenado con nuestras opciones preferidas, carta de almohadas, un impresionante servicio de almohadas a la carta, vestidor, albornoz y toallas de puro algodón egipcio, y otros detalles como flores frescas en nuestra suite, champagne Pommery, fruta, o papel de cartas personalizado. Siempre con la asistencia de mayordomos personales que convertirán nuestros deseos en órdenes. Adicionalmente en las suites superiores encontramos detalles como lavandería y tintorería incluída, bombones belgas, servicio de canapés, maquina de café Illy Espresso, cena con los oficiales, y llamadas e internet casi gratuitas.
SLOW FOOD
La compañía está ensayando un nuevo concepto en sus restaurante, y es la tradición gastroenológica del país. Ingredientes frescos y naturales como Mozzarela fresca de Nápoles, balsámico orgánico, aceite de Umbria todo ello maridado con los mejores caldos, y siempre degustado de forma pausada. Comimos en el restaurante principal en la cubierta 4 y por supuesto, el resultado fue sencillamente espectacular. Un tartar de langosta y aguacate, seguido por con tierno pescado al jengibre y lima, para terminar con la contundencia de un solomillo. Por supuesto, el pastel de chocolate y semifredo de mango fue espectacular. Servicio de capuccino italiano, perfecto con una tripulación sencillamente profesional. O sea, Silversea en todo su esplendor.
A la espera de comprobar las virtudes en la navegación del Silver Whisper, las primeras impresiones de la nave fueron positivas, y incitan a embarcar en él. No lo encontré tan acogedor como la serie más pequeña de la compañía como el Cloud y el Wind, ni tan opulento como el Spirit, pero si terriblemente agradable y con el tamaño perfecto.