El Mediterráneo celebra la llegada de un coloso de los mares, el Liberty of the Seas. Posicionado en Barcelona, repasamos las características que lo han encumbrado como una joya flotante.
Las cifras son francamente espectaculares sólo superadas por los gemelos Oasis y Allure of the Seas. Enmarcado en la clase Freedom, el que hasta hace poco fue el barco más grande del mundo sigue ofreciendo una variedad de entretenimientos y espacios expléndidos. Y para muestras la célebre Royal Promenade, una enorme calle comercial en el corazón del barco, símbolo característico de Royal Caribean que sigue siendo la estrella y el foro de reunión para actividades y encuentros. Entorno a este espacio se disponen un concepto abierto y animado. Locales diversos con enfoques distintivos.
Desde el clasicismo de un tradicional pub inglés, pasando por la usual tienda de helados Ben & Jerry, y que junto a la barbería, nos ofrece evocadores matices americanos de los años cincuenta, o la Sorrento como mediterráneo local para degustar los antipastos más suculentos de la cocina italiana. Destaca la serenidad ornamental del Café Promenade, con tonos marrones y azulejos en el suelo. En popa y proa dos mega espacios, destinados a mostrar las dimensiones del barco. El opulento restaurante principal (de tres pisos y un nombre por piso), en popa, y el Teatro Arcadia en proa. La gótica pero festiva discoteca, The Catacombs, es terroríficamente divertida, entre escalofríos y risas ofrece el punto más animado. El Schooner Bar, de toques marineros es una institución en Royal que apenas cambia de un barco a otro. El casino es inmenso, y su decoración evoca la época de oro de Hollywood. Llama la atención el gran teatro Arcadia, que es sorprendentemente austero, y en donde destacan las gigantes cortinas del escenario con reminiscencias entre Balthus o Lemptika. El punto más tranquilo, escénico y refinado es la atalaya del barco: el Viking Crown, encajado en la chimenea nos permite contemplar como avanza el Liberty of the Seas, al ritmo de melodías evocadoras, y un cierto aire art decó contemporáneo.
OCIO
La tendencia de la compañía, es presentar la oferta de ocio más amplia de todo el mercado. Hay un claro interés en hacer un guiño a los nuevos pasajeros jóvenes y activos, y deportistas de igual forma que a las familias. Como auténtica innovación está el programa Vitality, que es una mezcla integral entre deportes, tratamientos estéticos, incluso programas de meditación, Tai Chi, acupuntura a fin de conseguir bienestar, salud y equilibrio usando las técnicas más modernas. Eso se completa con excursiones activas, y la colección de alternativas deportivas del barco. Desde un inmenso rocódromo de más de 13 metros con 11 rutas de escalada, hasta una pista de patinaje sobre hielo. Sin duda hay algo que inclina la balanza a la hora de elegir un crucero con Royal Caribbean, y sobre todo en la Clase Freedom: los espectáculos de hielo, y sobre todo las producciones musicales. La existencia de la Promenade facilita la realización de grandes desfiles temáticos. Algo verdaderamente novedoso es el Karaoke virtual celebrado en el Bar On Air. Esto unido a toda la gama de alternativas, convencionales que se ofrecen en los mil y un espacios y bares del barco. Las opciones son infinitas en el Liberty of the Seas.
CAMAROTES
Con la suave gama de combinaciones estéticas tan propia de la compañía, los camarotes del Liberty of the Seas disponen de los equipamientos y dimensiones acordes a los tiempos actuales, con los nuevos colchones como punto destacado, con edredones, sabanas y almohadas también renovadas. El barco dispone de 1817 camarotes con 1086 exteriores (844 con balcón), y 733 interiores (172 con vistas a la Promenade). Incorpora pantallas planas en todos junto con otros elementos más o menos usuales. Destacan la Owner Suite y la Presidential como la oferta más selecta, de 370m cuadrados y capacidad para 14 personas. La Promenade permite asimismo alojar otra categoría específica en la clase voyager y freedom que son interiores con ventanales al paseo, y que permite economizar a las personas con cierto nivel de claustrofobia.
OPCIONES GASTRONOMICAS
El comedor principal del Liberty of the Seas, de tres pisos, y con tres nombre distintos en cada cubierta, presenta un cuidado menú, con clara orientación internacional y recopilando recetas al gusto de todos los pasajeros. Varios entrantes, sopas, menús alternativos, ensaladas, diversas opciones principales y tendadores postres. El Windjammer y el Jade presentan un amplio, aunque no ilusionante buffet, y los refinados Chops Grill, y el Portofino, ofrecen la experiencia de comidas íntimas lejos de la muchedumbre. Adicionalmente hay tres espacios únicos. La Hamburguesería Johnny Rockets, que parece recién sacada de un comic de los años cincuenta, y en donde conviene reservar con antelación con un pequeño coste de menos de cinco euros; el Sorrento abierto las casi todo el día, con las mejores sabores de la cocina italiana, el Promenade Café que ofrece una ampliar selección de bocadillos, dulces y cafés especiales para picar en cualquier momento del día. Adicionalmente no pueden faltar los famosos helados de Vermont, a manos de Ben & Jerry, con cargo nominal, cuyo sabor estrella es el Cherry Garcia.