Con 56.000 toneladas y capaz de transportar a solamente 750 pasajeros en "todo suites", el Seven Seas Explorer ha sido diseñado para ser el barco más lujoso jamás construido, donde cada metro cuadrado evoca elegancia y estilo.
Hay que recordar que Regent Seven Seas presume de ser la naviera más "inclusiva" del mundo, ya que en el precio del crucero se incluyen las bebidas, las excursiones, los restaurantes opcionales e internet WiFi. Y no solo eso, el Seven Seas Explorer cuenta con un ratio de 1,36 pasajeros por cada tripulante.
La piscina principal es una remanso de paz y tranquilidad, donde cada tumbona cuenta con un mullido colchón cubierto con tela de toalla. Hay una pista multideportiva en la parte alta de popa y un minigolf.
Para no alejarnos del sol, disponemos de un grill a pie de piscina con una amplia zona para comer a babor. En estribor lo que encontramos es una zona semi-exterior con elegantes sillones.
En una de las esquinas de la piscina hay una sala acristalada para fumar, muy bien ventilada para que no se convierta en un infierno de humo.
Siguiendo la tradicional distribución de los cruceros, a popa de la piscina encontramos el buffet La Veranda, aunque la parte de babor tambien se llama Sette Mari, porque de noche se convierte en restaurante. Para ser un buffet es mucho mas elegante y lujoso que muchos otros restaurantes de otros barcos, pues está inspirado en el glamour de la riviera italiana de los 60. Lo mejor es la preciosa terraza de popa, con vistas de 270º, una autentica delicia para disfrutar en los días calidos.
Los camareros siempre están atentos a cualquier necesidad que podamos tener y se ofrecen a llevar el plato a la mesa. Incluso si haces un pedido por ejemplo de pasta que preparan al instante, no hace falta que esperes, pues un camarero te lo llevará a la mesa. En ocasiones especiales incluso podemos degustar caviar en el este buffet.
La biblioteca dispone de impresionantes volumenes sobre diseño, historia naval, arquitectura y todo tipo de temas, así como best sellers y literatura variada. Es un lugar de paz, con un par de ordenadores para navegar por internet, bañado por el sol que entra por los ventanales e ilumina el lujoso suelo de cuero.
En la Culinary Arts Kitchen puedes seguir una clase de cocina desde alguna de las 18 estaciones de trabajo que tiene, como si fueses un concursante de Masterchef. Las clases abarcan una gran variedad de temas, desde cocina saludable, pescados y mariscos, maridaje de vinos, postres, etc. Obviamente, las clases son en inglés, y es una de las pocas cosas que cuestan dinero a bordo debido a la escasez de plazas: 89$
Si realmente eres todo un foodie, puedes apuntarte a los Gourmet Tours y acompañar al chef al mercado de la Boquería por ejemplo para aprender todos los secretos de la materia prima local, y acabar comiendo en el ABac de Jordi Cruz con una visita VIP a la cocina. O explorar Roma con el chef con visita al Mercato Trionfale y almuerzo en el restaurante Camponeschi.
En la foto de la izquierda podemos ver el estilo de los vestibulos de ascensores, muy clasicos en madera oscura ornamentada. Como curiosidad, en cada cubierta hay una lavandería de autoservicio, algo al parecer muy apreciado por los clientes de la naviera.
En lo alto de proa el Observation Lounge recrea la vida de los opulentos "felices años veinte". El salón parece arrancado de las paginas de El Gran Gatsby, con un diseño donde destaca la paleta de colores plateados, dorados y blanco y negro, mientras que la pista de baile está iluminada por un lujosa lampara de cristal. Los ventanales de suelo a techo permiten disfrutar de unas esplendidas vistas durante el día, cuando se convierte en el lugar donde se sirve el magnifico té de la tarde acompañado por el pianista. De noche se transforma en la discoteca del barco.
Prime 7, este restaurante asador está decorado con tonos morados oscuros, toques color plata y asientos de cuero, recordando el ambiente de un lujoso club privado de la capital británica. Ofrece apartados íntimos para parejas, para disfrutar de una velada romántica. Solomillo, chuletón, Surf&Turf (solomillo y langosta), son algunas de las propuestas básicas del Prime 7. El bar de la entrada es precioso, merece la pena llegar antes de la hora para estar un rato tomando un vino.
Chartreuse, al otro lado del barco, es una restaurante de gastronomía francesa con un toque moderno. Decorado en un elegante estilo parisino ofrece delicias como el Steak tartar picado a mano de Charolais en emulsión de avellanas y mostaza de Dijon coronado con caviar Perlita d'Aquitaine, o la cola de bogavante azul britanico glaseada con mantequilla de coral caramelizada en una cama de esparragos blancos de Sologne y Romanesco. El bar de la entrada, es otra exaltación de máximo lujo, y un lugar donde merece la pena hacer el aperitivo.
En el centro de la cubierta cinco tenemos la preciosa zona de recepción, que da paso al atrium que veremos un poco más adelante.
El Constellation Theatre es un homenaje al glamour de la época dorada de Hollywood. Tiene 694 butacas organizadas en forma de cabaret y anfiteatro, con mesas para cocteles y lámparas individuales de cristal de Murano. Sutilmente insertado en la decoración del teatro, descubrimos un cisne.
Los cuatro shows principales son Peggy Lee, un tributo a la figura de esta mítica cantante de jazz norteamericana; My Revolution, un musical centrado en los años 60 y sus bailes (swing, fosse, twist, madison); Paradis, un show burlesque parisino dirigido por la coreografa de Broadway Patricia Wilcox; y A Day in Hollywood, basado en la comedia musical premiada con un Tony que narra la epoca dorada de Hollywood con temas como "Over the Rainbow", "Thanks for the memory" y "Hooray for Hollywood".
Si caminamos desde recepción hacia popa lo primero que encontramos es The Café, una coqueta cafetería con un pequeño buffet donde siempre podemos picotear algo.
A babor el salón Meridian Lounge acoge actuaciones musicales en vivo e incluso cuenta con una pequeña pista de baile. Con butacas de cuero tachuelado, una vez más, los detalles de lujo en la decoración no pasan desapercibidos, como las lagrimas de cristal que rodean el escenario, el suelo de granito pulido en algunas zonas o la barra de alabastro retroiluminado.
En la entrada del restaurante Pacific Rim encontramos esta imponente columna con ruedas de plegaria que nos adentra en un entorno pan-asiatico donde el negro es protagonista, salpicado con toques de verde. El menú ofrece delicias de todas las culturas gastronómicas asiáticas, desde sushi y sashimi hasta chuletas de cordero coreanas, tempura de langosta canadiense o platos tailandeses. Una explosión de sabores y texturas que merece la pena probar.
Regent Seven Seas Cruises ha confiado una vez más en la prestigiosa marca Canyon Ranch para gestionar el spa a bordo del Seven Seas Explorer. Una luminosa recepción, que tiene a su izquierda el salón de belleza, nos da paso a un suntuoso entorno de relax, donde no falta una sauna de infrarrojos, una sala de vapor aromático, una sala de frio (foto central) y una zona de duchas con cromoterapia y efectos de sonido como cascadas, tormentas, etc.
Los tratamientos han sido creados especialmente para el Seven Seas Explorer por el equipo de Canyon Ranch con los expertos en belleza y estilo de vida de Red Flower.
A popa encontramos uno de los mejores tesoros del Seven Seas Explorer, la piscina infinita. Podemos acceder por los vestuarios del spa o bien por un pasillo exterior, en cualquier caso, no es necesario contratar ningún tratamiento en el spa para disfrutar de esta piscina ni de las mencionadas salas.
Esta escultural escalera nos conduce a la zona superior del Canyon Ranch Spaclub donde encontramos el gimnasio, partido en dos salas, y que dispone de la última tecnología en maquinaria cardiovascular y de musculación, pues cuentan con paneles táctiles.
El Atrium centra la atención en la cubierta cuatro. Es un estilo clásico donde la madera y los dorados reciben la atención, junto con la impresionante lampara de cristal que preside la estancia. Tiene luz natural ya que se eleva hasta el exterior, dejando hueco para los ascensores panorámicos.
Entre el atrio y el restaurante Compass Rose hay una de las estancias más lujosas que hayamos podido ver a bordo de un barco de cruceros. Este fabuloso corredor con dibujos geometricos en tres tonos de marmol, moqueta de estilo zebra, maderas oscuras y lamparas de cristal de murano destila elegancia en cada centimetro cuadrado. A su izquierda encontramos un pequeño casino, y a la derecha, el Explorers Lounge.
El salón Explorers Lounge nos ofrecer la emoción de un club de campo con columnas de madera de caoba labrada, sillones de cuero, tejidos de tonos azules oscuros, y suelos suntuosos. En un lado del salón, hay un pequeño escenario para actuaciones musicales, y enfrente, al fondo, un bar de mármol en tonos negros, rodeado de sillas de bar de color azul ópalo intenso. Es el lugar perfecto para un coctel pre o post cena disfrutando de un poco de jazz.
El restaurante principal Compass Rose tiene una apariencia sofisticada y luminosa, con una gran lampara central color azul agua impresionante. Abre tanto para el desayuno como el almuerzo o la cena, con un menú eminentemente europeo, destaca la vajilla de presentación firmada por Versace, y, como en el resto de la nave, la cubertería de Sambonet y cristaleria de Schott Zwiesel.
En el universo de lujo Regent Seven Seas todo es posible, y si por ejemplo has cenado en un restaurante de especialidades y te ha gustado mucho un plato, puedes pedir que te lo sirvan en Compass Rose.
SUITES
Hay nueve tipo de suites, siendo las mas sencillas Veranda Suites y Deluxe Veranda, de 28,5 y 33,4 m2 respectivamente.
De ahí se pasa a las Superior Suites, con 38,5 m2 inspiradas en las casas de playa de los Hamptons con la cama mirando hacia la ventana.
Las Superior Suite ya son realmente suntuosas, como podemos ver en estas fotos. Con un gran dormitorio principal con zona de estar, amplio escritorio y un mueble de TV con más espacio de almacenaje además de un minibar incluido personalizado a nuestro gusto.
El baño de marmol blanco y negro dispone de doble lavabo, ducha y bañera, con ammenities de L'Occitane.
Además un amplio vestidor, la terraza tambien destaca por sus dimensiones. Por supuesto, la TV se puede orientar hacia la cama.
Con todo, las suites más numerosas en el Seven Seas Explorer son las Concierge Suites, de 42,7 m2 y cuya contratación incluye una noche pre-crucero y prioridad de reservas en los restaurantes y excursiones.
En el nivel top de suites tenemos:
- Penthouse Suites: hasta 60 m2, con bar y comedor.
- Seven Seas Suite: Diseñadas por Dakota Jackson, tienen entre 76 y 85 m2, con salón y comedor.
- Grand Suite, de 170 m2 y Explorer Suite, de 125 m2. Master Suite, entre 176 y 195 m2
Y posiblemente la suite mas lujosa en alta mar (y en buena parte de tierra) es la Regent Suite, con sus increibles 413 m2 que incluyen dos habitaciones de 43 m2 y un spa "in suite" con sauna privada, baño de vapor y zona de tratamientos. El salón tiene un bar de marmol negro con taburetes lacados y un piano Steinway Maroque diseñado por Dakota Jackson, además de un centro de entretenimiento con televisor 4K. Esta suite cuenta con una zona privada de descanso acristalada llamada Vista Garden, donde los huéspedes pueden disfrutar de vistas no obstruídas de 270 grados a la proa del barco y al horizonte. La cama de la habitación principal cuesta 150.000$, de los que 90.000$ corresponden al colchón.
Los huespedes de la Regent Suite pueden disfrutar de todos los tratamientos de spa que quieran y cuentan con un chofer y guia a su disposición en cada puerto.
Un Mundo de Cruceros es el Agente General de Ventas para España de Regent Seven Seas Cruises.