El Odyssey of the Seas ha fondeado en la bahía de Palma con cinco casos de coronavirus a bordo entre sus tripulantes. Todos ellos son asintomáticos y permanencen aislados.
El barco, recien construido y recibido por la naviera durante la pandemia, tenía previsto operar desde Haifa (Israel), en Islas Griegas, desde el 2 de junio solo con pasajeros israelís vacunados, pero el conflicto bélico en la zona durante las pasadas semanas canceló los planes de la naviera, que optó por llevar el barco a EE.UU.
La precipitada partida de Haifa habría frustrado los planes de Royal Caribbean de vacunar a toda la tripulación allí como estaba previsto. Sin embargo «Todos los tripulantes han de tener una PCR negativa antes de embarcar. Una vez a bordo, todos se realizan tests continuamente para asegurar que siguen siendo negativos», ha señalado la naviera.
El barco hizo escala técnica en Civitavecchia y se dirigía a Gibraltar con unos 1.400 tripulantes a bordo. Alguna prensa local ha publicado que llevaría 50 pasajeros, pero la naviera lo niega y posiblemente sean técnicos o directivos que no forman parte de la tripulación y que estarían realizando algún tipo de trabajo a bordo.
Los cinco afectados serán desembarcados en una embarcación auxiliar y trasladados a la Estación Marítima del puerto de Palma. El crucero permanece fondeado y, según ha informado Delegación del Gobierno, no se prevé que atraque en el puerto.
Una vez en el puerto de Palma, personal de Sanidad Exterior hará una primera valoración de los tripulantes infectados y posteriormente serán trasladados en ambulancia a un centro hospitalario privado, donde pasarán la cuarentena.