El tema del daño que aparentemente generan los grandes barcos, tanto en el medioambiente, como en el rico património Veneciano, a su paso por el Canal de la Giudecca ha hecho correr ríos de tinta, y crear una opinión cada vez más contraria, a su paso tan cerca del casco histórico de la ciudad. Tras el accidente del Costa Concordia, las decisiones parecen precipitarse, y han entrado en vigor las primeras prohibiciones.
Según decreto del gobierno italiano, a partir de 2014, no podrán transitar por la Giudecca grandes cruceros. La medida supone la entrada en vigor de un decreto aprobado previamente por Mario Monti el 1 de marzo de 2012, en la que se estipulaba la distancia mínima a la que se podrían acercar los barcos, a zonas sensibles y protegidas. Tras una reunión entre el primer ministro Enrico Letta, el presidente de la región Luca Zaia, y el alcalde de Venecia Giorgo Orsini, se pone en marcha de forma efectiva la restricción tan largamente esperada por muchos sectores de la ciudad de Venecia.
La medida en vigor estaba pendiente de encontrar otras vías de salida del Puerto de Cruceros. Tras identificar al Canal Contorta Sant´Angelo, como idoneo se ha ratificado la entrada en vigor de la medida. Además en un futuro, se prevé revisar el plan portuario veneciano, para identificar lugares alternativo al actual puerto de cruceros.
Desde el 1 de enero de 2014 se restringirá el número de barcos de más de 40.000 toneladas con permiso para navegar por el canal de la Giudecca. A partir de noviembre de 2014 cualquier barco que supere los 96.000 TRB tendrá prohibida la navegación por ese canal.
También se estipula el estacionamiento diario de barcos de más de 40.000 toneladas a un máximo de 5, y una menor estancia en la ciudad.