Desde luego, el 2012 será recordado como un "annus horribilis" por la industria de cruceros. De nuevo un incendio en la sala de maquinas deja un crucero a la deriva, en este caso el barco upper-premium Azamara Quest, que con 590 pasajeros a bordo navegaba por el Mar de Joló entre Manila y la ciudad de Sandakan, en el estado malasio de Sabah, informaron los medios locales. El accidente ha tenido lugar el viernes por la noche y las autoridades filipinas han enviado una avioneta y un barco para ayudar al navío, con bandera de Malta, en la reparación de sus motores para que pueda así proseguir hasta Malasia, donde tendrá que interrumpir el resto del crucero.
Azamara Club Cruises, la compañía propietaria del barco siniestrado, señaló en un comunicado que cinco miembros de la tripulación resultaron heridos, uno de gravedad, en el incendio, que no afectó a los pasajeros.
«Un miembro de la tripulación está herido seriamente y requiere atención médica urgente en un hospital. Una vez que el barco llegue a Sandakan, será transportado a un hospital local», indicó la naviera en su página web.
La empresa también informó de que pudieron arreglar uno de los motores que está siendo utilizado para mantener el aire acondicionado, el agua corriente y el servicio de cocina.
Según la nota, proseguirán con el viaje hasta Sandakan en cuanto reparen los motores del barco, de 30.277 toneladas.
El Azamara Quest partió el 26 de marzo de Hong Kong y tenía previsto llegar a Singapur el 12 de abril, tras parar en Manila, Sandakan y los puertos indonesios de Palapo, Benoa en Bali, Semarang y Komodo.