Azamara se apoya en cuatro pilares fundamentales:
- Inmersión en el destino: Gracias a su 80% de overnights (estancia en puerto durante la noche), su atraque en el centro de la ciudad (enfrente del Hermitage en San Petersburgo por ejemplo), y su estancia en los mejore momentos (fin de año en Copacabana, Carnaval en Rio, Navidad en Punta del Este, etc)
- Servicio extraordinario, premiado internacionalmente
- Gastronomía y enología.
- Bienestar y vitalidad. Con actividades a lo largo de todo el barco, spa, yoga y acupuntura.
Con dos barcos, Azamara Journey y Azamara Quest, la compañía se dirige a un publico de poder adquisitivo alto, que viaja en pareja sin niños y una edad media de 45 años. En las tarifas, que la compañía presume de ser un 15% más baratas que su competencia, se incluyen las propinas, aguas, café y bebidas refrescantes, vino en las comidas, y servicio de shuttle en aquellos puertos que lo requieran. El ambiente es de "country club", es decir, no hay noches de gala pero evidentemente sus pasajeros visten de forma casual pero elegante.
De momento, los pasajeros españoles que quieran viajar en Azamara deberán dominar el inglés, porque si bien los menús podrán obtenerse en español, no hay asistente internacional ni se traduce el programa de a bordo, aunque no descartan comenzar a hacerlo si el mercado español crece lo suficiente para ellos.