MSC Cruceros invertirá 33 millones de euros en este proyecto, cuyos trabajos de construcción comenzarán en breve, con vistas a que la nueva terminal entre en servicio en 2024. Este proyecto comenzó su tramitación en el Puerto de Barcelona en 2017 y en 2021 se esperaba que la terminal ya estuviese operativa.
La nueva terminal contará con equipamiento para suministrar energía a los buques desde tierra, permitiendo de esta forma que los barcos apaguen motores y dejen de realizar emisiones a la atmosfera. Además, estará preparada para el aprovisionamiento de GNL (Gas Natural Licuado), el combustible fosil más limpio actualmente, lo que le permitirá situar en la ciudad condal sus barcos de última generación, como el MSC World Europa, que está actualmente en construcción y que entrará en servicio en 2022.
Para este proyecto, MSC Cruceros se ha asociado con el mundialmente conocido arquitecto catalán Ricardo Bofill y su estudio. Juntos, esperan construir una terminal de vanguardia que se convierta en otro punto de referencia para la ciudad.
Este proyecto permitirá a MSC Cruceros consolidar su presencia en Barcelona, que es uno de los puertos más importantes de la compañía en el Mediterráneo Occidental, y ampliar sus operaciones como puerto de origen. Esto supondrá un beneficio económico directo e indirecto para la ciudad y la región, ya que un mayor número de clientes internacionales transitará por Barcelona y probablemente pasará más días en la ciudad antes o después de su crucero.
Barcelona no sólo es un puerto importante para MSC Cruceros, sino también para todo el Grupo MSC. Tanto el operador de carga MSC Mediterranean Shipping Company como el operador de ferry GNV, tienen una sólida presencia en el puerto. Por lo tanto, la nueva terminal es una prueba más del compromiso de larga duración del Grupo MSC con Barcelona, Cataluña y toda España.