Alaska, Japón y Rusia a Seattle desde Tokio
Este asombroso recorrido de 16 días a bordo del Norwegian Sun empieza en Tokio y pasa por la ciudad Japonesa de Hakodate. La capital nipona puede presumir de un sinfín de lugares culturales impresionantes, 22 de ellos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, desde rascacielos iluminados con neones hasta asombrosos templos históricos. Ya en otro continente, el crucero hace parada en Rusia, en la ciudad pesquera de Petropavlovsk, donde se puede visitar la Catedral Ortodoxa Rusa y sus hermosos techos pintados. Ubicada en el punto más alto de la ciudad, es un espectáculo para la vista. De las construcciones artificiales a las naturales, los pasajeros pueden disfrutar los famosos paisajes y glaciares de tres ciudades de Alaska: Ketchikan, Seward y Juneau, que solo se puede visitar por mar o aire. El viaje finaliza en Seattle, la famosa ciudad estadounidense que cuenta con 150 edificios incluidos en el Registro Nacional de los Lugares Históricos de los Estados Unidos. ¡Un recorrido único y lleno de cultura!
Islas Griegas: Santorini, Atenas y Florencia desde Roma (Civitavecchia)
Si algo tiene el “viejo” continente son lugares que quitan el hipo. La ruta con el Norwegian Escape se impone como una oportunidad única para perderse por los principales atractivos culturales de la antigüedad, así como lugares de ensueño. El recorrido de 10 días comienza en Roma, la ciudad eterna y un auténtico museo para los amantes de la historia y de la dolce vita italiana. De ahí se pasa a otra de las grandes civilizaciones, Grecia, empezando por Santorini, un must en cualquier viaje por las islas del Egeo. En Atenas, la Acrópolis resulta una parada obligatoria, así como maravillarse con este conjunto arquitectónico monumental del siglo V a.C. El viaje continúa por Mykonos, Corfú y la Valeta, hasta llegar de nuevo a Italia, al puerto de Mesina, Sicilia, una isla llena de sorpresas, tanto históricas como naturales. El final del recorrido es para dos ciudades italianas: la deliciosa Nápoles y la artista Florencia.
Europa: Francia, Alemania y Noruega a Copenhague desde Londres
Este recorrido en el Norwegian Star permite visitar los monumentos más emblemáticos de algunas de las principales ciudades europeas. ¡Ocho países en 10 días! Entre los más destacados se encuentran Berlín, considerada centro cultural y artístico de primer nivel; las famosas áreas verdes y museos vikingos de Oslo; y Hamburgo, cuyo Chilehaus, uno de los ejemplos más exquisitos de estilo arquitectónico “Brick Expressionism” puede presumir de ser Patrimonio de la Humanidad. Por si fuera poco, también es posible perderse por el conocido patrimonio artístico y el sistema de canales de Ámsterdam, disfrutar de Bruselas, la ciudad europea por excelencia, o hacer fotos en lo alto de la Torre Eiffel en París.
El Báltico: Alemania, Rusia, Suecia y Finlandia desde Copenhague
Pocas opciones hay mejores que descubrir las ciudades del Báltico de una manera diferente a bordo del Norwegian Getaway. Los viajeros podrán empezar en la preciosa ciudad de Copenhague, descubriendo la capital danesa y su monumental arquitectura, y seguir por Estonia y los espectaculares rincones medievales de la ciudad de Tallin, como el castillo Toompea y una farmacia del siglo XV. Otra de las paradas obligatorias es San Petersburgo, centro cultural de Rusia, con su espectacular arquitectura. Más adelante es posible deleitarse con la arquitectura Art Nouveau de Helsinki, con sus raíces históricas intactas, y caminar por las intrincadas calles adoquinadas de la Ciudad Vieja de Estocolmo, repleta de casas históricas y atracciones emblemáticas.
Australia y Nueva Zelanda desde Auckland
Y puestos a sueños monumentales, ¿qué tal un viaje por las antípodas españolas y la mágica Australia? Gracias a esta ruta a bordo del Norwegian Spirit es posible disfrutar de las maravillas de ambos destinos. Entre sus paradas se encuentran Napier, capital mundial del art decó y llamativa a más no poder por su colorida y singular arquitectura, o Fiordland, en la Isla del Sur, cuya belleza natural deja sin palabras. Ya en Australia, concretamente en Sídney, es imposible que al viajero no se le venga a la cabeza la Opera House de la ciudad o el Puente de la bahía de Sídney, un coloso de acero de más de 130 metros de altura.