Un barco que marcó un antes y un despues en la compañía.
Sobre la laguna Veneta, flotaba una nueva joya. Ni más ni menos, que el hermosísimo MSC Musica que iba a ser presentado en sociedad. Un salto cualitativo y cuantitativo, que supondrá un indudable paso adelante de la MSC CRUCEROS, para consolidar su peso en el Mediterráneo, como una de las compañías más importantes del mundo.
La primera impresión es imponente mientras asoma su porte señorial, por encima de los tejados monumentos de Venecia. Aunque con aspectos similares, o por lo menos parte de la misma raíz, que sus hermanos pequeños, es una estructura novedosa, y una nueva concepción por parte de MSC, para seguir adaptándose a las nuevas tendencias de cruceros. Unas breves pinceladas de la colorista y emocionante ceremonia que reunió a lo más granado de la sociedad local, en donde Sofía Loren sigue brillando con luz propia, en una ceremonia muy conectada conVenecia en contenidos y estética. Carnaval, música, colorido y plasticidad. Golpe de la botella, emoción contenida y sirenas sonando al ritmo de la música, y agua sobre el casco. Antes discursos y másdiscursos: Pero entremos en la nave, que es más importante. El estudio de diseño, De Jorio al frente de Giuseppe y Marco De Jorio, como en el caso de algunos de los barcos precedentes siguen siendo las cabezas pensantes, y siguen con la firme intención de dar un aspecto de yate de lujo. Formas angulosas, contrastes suaves, cromados, espejos, y sobre todo armonía por doquier. Sin embargo, el MSC Musica es un intento exitoso de innovar e introducir nuevos conceptos para crear una nave bellísima.
Trece cubiertas de pasajeros, pero solo en cinco se concentran la mayor parte de las instalaciones para pasajeros. Un hall con formas muy sofisticadas y sensuales. Balcones redondeados, un piano sugerente, una elegante cascada de cristal nos dan la bienvenida. Seguimos a popa con el Bar de la Cascata, que denota un rabioso intento de jugar con formas y volúmenes muy acertados, y el Restaurante L´Oleandro, con todos los ingredientes tìpicos de MSC. Suavidad, art deco, cortinas características y un entorno muy suave y placentero.
Delante el escarlata La Scala, de tres pisos, que es un mundo de fantasía visual y color. Subiendo a la cubierta Meastoso, encontramos mi estancia favorita que es el novedoso Restaurante Le Maxim, muy elegante y sobre todo equilibrado con unas sillas de terciopelo rojo bellísimas. Además de las galerias comerciales, destaco dos salas a proa, como el Blue Velvet Bar, como prototipo de refinamiento y mezcla de tonos perfecta, al igual que sus elegantes sillones negros. Para terminar con la apoteosis del Tucano Lounge como una fantasía de película tropical de años cuarenta, y nos retrotrae a la magia del trópico de Carmen Miranda.
La Cubierta Maestoso, presenta novedades significativas. No es normal una lounge en popa como la Crystal Lounge, pero la del MSC Musica es especialmente agradable, y con una iluminación muy atractiva. La Enoteca con regusto a terraza italiana, para degustar paladares vinícolas y tapas exquisitamente "italianissimas", y un sushi Bar, El Taito, que es el primer intento de ofrecer una aproximación más oriental a los menus. De pago, pero digno de ser probado, con su acertada mezcla de tonos negros y naranjas, su aire muy zen, y su solícitos empleados orientales, adecuadamente ataviados para la situación. En todo el barco, algo muy significativo, y es la fusiónde salones, y espacios únicos, que evitan en lo posible pasillos.
Y por fin, zonas superiores que se concentran en las Cubiertas Vivace y Capriccio, y aparte de las suites más exclusivas encontramos laszonas de piscinas, deportivas y dos restaurantes, junto con la usualsucesión de bares. Adoro las piscinas del MSC Musica. Con un diseño espectacular, bien dimensionadas y con el número adecuado de jacuzzis. De las cuatro, dos son para niños. Destacamos la presenciade zonas infantiles, con juegos virtuales, guardería, zona juvenil. El buffet Gli Archi, es diáfano, y alegre con una imponentea cristalera al mar, y el restaurante Il Giardino de popa a la carta, es una de las instalaciones más serenas del barco, con un precioso olivo de tamaño natural entre las mesas, que confiere un toque mediterraneo.
Para terminar el SPA Aloha Beauty Farm del MSC Musica es quizás de los más completos a bordo de un barco, con una orientación balinesa. En la cubierta Capriccio, encontramos una discoteca de rabiosa actualidad decorativa, la Q3. Con el granate que impera en toda la nave, encontramos un minimalismo de diseño que crea un entorno de una modernidad impactante. Siempre hay una cierta uniformidad en los camarotes de todos los modernos barcos de cruceros. Me gustó especialmente la pantalla interactiva, y el secador de pelo estratégicamente situado en el cómoda.
Además un mobiliario compacto, y alegre, muy versátil y bien aprovechado, con unos tonos agradables, y suaves en sus tejidos. Nos encontramos tres tipos esenciales. Los interiores interiores/exteriores, los con balcón y las grandes suites con balcón, que presentan un aire armónico, suave y acogedor con todas las comodidades propias de un barco de cruceros de las características del MSC Musica.