Hablemos de servicios de lujo. Pensemos en barcos pequeños, en los que sus selectos pasajeros pagan ingentes cantidades de dinero por no tener que compartir el mismo espacio con demasiadas personas.

Sin embargo, había personas que no podían soportar las limitadas dimensiones de muchos barcos de lujo, y ciertamente tenían ciertas dificultades para encontrar una oferta adecuada a sus gustos. Sin equipar servicios, el Yacht Club de MSC es una especie de la vuelta a la distinción de clases, por la que recibes algo más, y tratar de recrear otras épocas más gloriosas de guantes blancos, recibimiento exclusivo, y sobre todo clase.

La verdad es que llegar a los servicios Yacht Club nos hace pensar que estamos viajando en la época gloriosa de un los barcos de línea italianos. ¿Qué hace de esta experiencia algo único?.

MSC tuvo la brillante idea, de "blindar" (aunque por desgracia no de forma impermeable) una zona para sus pasajeros más exclusivos, y convertirlos en un espacio lleno de atenciones, privacidad y lujo. Había nacido el Yacht Club, una especie de yate metido en lo alto de grandes naves, ofreciendo a los pasajeros que buscaban las securidad de navegar en un gran barco, pero con servicio de lujo, el producto con dosis de servicio destacado.

En lo alto del barco, en proa, 99 suites tendrán ahora un tratamiento especial, a veces con precios ajustados. ¿La exclusividad tiene precio?. Parece que para los pasajeros del Yacht Club no. Cuando entramos en la atalaya del barco, y podemos percibir la decoración espectacular que rodea a la escalera de cristal semicircular, rodedada de marmoles, y decoración opulenta sabremos que estamos en un mundo plagado de atenciones y servicio individualizado.

 Entramos en contacto con nuestros alojamientos, que se dividen en tres categorias esenciales: las De Luxe suite con balcón de 22 a 33 metros cuadrados, las Excutive y Family Suites, de 33 a 51 y la palaciega Royal Suite, con una extensa terraza de 20 m2. Todas ellas con una exquisita decoración de maderas preciosas, materiales nobles, y tonos azules y arcillas, que le confieren un aspecto refinadísimo. Además de lo que se encuentra en cualquier cabina del barco, podemos añadir consolas Nintenedo Wii, marmol en sus baños, lencería finísimas de algodón egipcio, y en el baño diseños de Mascioni Italia, almohadas Dorelan, set de limpieza de zapatos con fundas individuales para guardarlos, colchones de primera calidad, exclusivos chocolares de Venchi, mini bar y servicio 24 horas de mayordono.

 El mayordomo que confiere el Yacht Club la guinda de un servicio excepcional, y que nos sentiremos mimados desde el primer momento. Además de la prioridad del embarque y desembarque, te acompañarán a tus suites, te harán y desharán tu equipaje, limpiarán tus zapatos si lo deseas, y se ocupará de tus reservas en excursiones, restaurante etc. Nos traerá el periódico todos los días, o nos prepará un íntimo cocktail para nuestros amigos. La gama de servicios Yacht Club, que te harán sentir un VIP entre miles de pasajeros, no terminan con tus acomodaciones o el servicio de tu mayordomo adicional sino que dentro de tu recinto tendrás unas instalaciones especiales a tu servicio en donde podrás relajarte lejos del mundanal ruído. El Salón Top Sail Lounge, es una sala absolutamente noble y armónica en donde se servirá el té, podrás tomar tu cocktail favorito, y además serán servidos una serie de exquisiteces gastronómicas a lo largo del día. Una especie de espacio perfecto, para refugiarte, socializar, o simplemente mirar al mar con un libro de la biblioteca privada del Yacht Club.

 Yacht Club es un servicio integral que comienza desde que embarcas. Tendrás, poro otro lado, bebidas gratuitas (no todas las marcas) y restaurantes privados con menús gourmet, intimos y muy cuidados. Con posibilidad de adquirir varios packs adicionales de bebidas para el resto del barco. Si no queremos sufrir el stress de comprar en unas saturadas boutiques, tendrás la posibilidad que poder hacer compras con las tiendas en privado con el asesoramiento exclusivo de los vendedores, y finalmente si tu pesadilla son las atestadas cubiertas de un barco de crucero, la zona Yacht Club, dispondrá de una piscina privada para los pasajeros de estas clases, con hidromasaje, solarium y un bar. Una escalera privada nos conducirá al MSC Aurea Spa.

Como vemos, puede que viajamos en una nave con miles de pasajeros, pero la sensación que siempre percibiremos a bordo será, como he dicho, como si viajaramos en un yate. Sin embargo no es un servicio equiparable a una naviera de lujo, sino que faltan cosas como shuttles gratis en los puertos, escritorios con más servicio de almacenaje, màs opciones en el servicio de habitaciones, o hay leves detalles cosméticos que podrían mejorar la oferta. Encuentro un servicio, interesante cuando hay tarifas "lejos del elevado precio de folleto", porque al final, y para no sentir una claustrofobia de estar siempre en una limitada zona, tendrás que compartir espacio en una nave que como crucero generalista es adecuado, pero no como de lujo. Esperemos que los recortes, paralelos a la bajada de precios, no afecten al sentido del producto en si.

DESCUBRIENDO LOS SECRETOS DEL YACHT CLUB

Hemos tenido el privilegio de entrevistar al mayordono jefe del servicio, y a uno de los conserjes, que amablemente nos comentaron detalles interesantes sobre el servicio en una convesación privada. Herry Rabenaribo lleva 1 año como jefe de mayordomos, y es una persona con un estilo, saber estar y educación exquisita. Su tarea es la de gestionar al equipo de mayordomía de cada suite del Yacht Club, controlar que el servicio prestado a los pasajeros es adecuado, y resolver problemas específicos. No hay problemas complejos sino satisfacer  en un 99% todas las necesidades. La clave de sus funciones implica grandes dosis de psicología para satisfacer a nacionalidades con necesidades diversas. Los pasajeros son en un 50% italianos, siendo el otro 50% multinacional. Nos cuenta acerca del exigente proceso para llegar a su situación con una formación específica y años de experiencia siempre bajo la supervisión de una prestigiosa escuela holandesa. 

No debemos de confundir sus funciones Los mayordomos están, en cierta medida, más de cara hacia dentro, que con la función del conserje que es la cara amable de la compañía y a quien acuden los pasajeros del Yacht Club las 24 horas del día. Desde un pequeño pueblo Argentino, nuestro conseje favorito es un ejemplo de amabilidad y exquisited. Adora su trabajo, porque el permite estar en contacto con un ambiente más cosmopolita, que su pueblo de 42 habitantes. Ambos coinciden en que las nacionalidades tienen peticiones diferentes, y deben anticiparse a sus deseos. El Americano siempre quiere hielo, los chinos agua caliente a casi todas las horas, y los latinos son especialmente exigentes con el café que se sirve a bordo. Son absolutamente discretos, cuando le preguntamos que desvelen un nombre de alguien famoso, pero la discreción y fidelidad a sus pasajeros va más allá, del momento que abandonan el barco. Son dos tareas complementarias, en donde no se solapan las atribuciones, que exige un planning entre el equipo de Yacht Club para coordinar las tareas. Muchas gracias a su amabilidad. Es el tipo de personal que nos encantaría encontrar a bordo. 

Nunca como ahora se ha producido una verdadera eclosión de los cruceros. Barcos para todos los gustos, perfiles, y siempre orientados para todos los presupuestos.Cada naviera tiene sus potencialidades, y tamaños. Para los que quieren dimensiones generosas, hay cinco razones para recomendar reservar con Royal Caribbean.