Y la mayor parte de las personas, siempre muestra una lígera desilusión en cuanto al tamaño del barco. No hay fanfárrias, simuladores de Fórmula 1, no se baila música de pachanga en la piscina. Si lo hacemos en un pequeño barco de Seabourn, el culmen del lujo, clase y estilo, pronto nos daremos cuenta de que los cruceros de lujo se sienten, no se ven. Podemos probar navieras generalistas, Premium, y poco más o menos llegaremos a la conclusión de que todas ofrecen una relación calidad-precio muy óptima, aunque casi ninguna provoca dosis de emoción. Cuando navegamos en Seabourn , nuestro concepto de lo que es un crucero cambiará de forma determinante, hasta el punto que habrá un antes y un después en nuestro concepto de lo que es la calidad. Hay cinco razones por la que navegar en Seabourn es una experiencia irrepetible, y sobre todo inolvidable, que sobrepasa todas las experiencias conocidas.
-Personalización: Hacer una singladura en Seabourn, cambiará la idea que tenemos de un crucero en cuanto a sentirnos mimados. Aunque todos los tripulantes, de todas las navieras están entrenados para ser amables, los “chicos/as” de Seabourn, elegidos con sumo cuidado y entrenados en prestigiosas escuelas de hostelería europea, convertirán todos tus deseos en realidades. Te darán la bienvenida por tu nombre, serán todo lo onmipresente que tu desees, y se anticiparán a tus deseos. Una manta en cubierta cuando noten que tienes frío, recordando tu bebida favorita, o simplemente sorprendiéndote cada día con algo que no te lo esperas. Barcos en donde jamás verás muchedumbres, y todo destinado a que creas que estas navegando en tu yate privado. Si normalmente las tripulaciones son amables para trabajar la propina, no es así en Seabourn. No se dan propinas, ni se esperan. Servicio infinito, las 24 horas del día.
-Cocina: Cuando, tras una visita al galley ví que una tarta de chocolate estaba siendo elaborada con tabletas de una prestigiosa marca de chocolates belgas descubrí porque todo es absolutamente perfecto. Digamos que no solo se trata en comer bien, cosa que ocurre en todos los cruceros, o que la comida sea más o menos perfecta, sino que cada plato además de una celebración, sea difícil de superar. Buffet exquisitos, cocina finísima en su restaurante principal, cenas alternativas pero sobre todo la experiencia gourmet de Charlie Palmer en alternativo “The Restaurant2”. En un entorno elegante, cocina y presentación como en un gran restaurante de prestigio en cualquier capital europeo. Ingredientes naturales, y de primera calidad, preparados por renombrados chefs, hacen de la experiencia un auténtico placer, que va desde el plato más elaborado, hasta algo tan simple como el pan recien horneado, o el vino perfecto para nuestra comida. Seabourn tiene bebidas de alta calidad también incluidas.
-Detalles: Tenemos un barco boutique en donde los detalles forman parte de nuestra vida. No solo con la vida confortable en nuestra suite, bebidas seleccionadas, papel de cartas personalizadas, flores frescas en cada esquina, bebidas de alta calidad en el minibar, mantas de mohairs en la cubierta, biblioteca con una gran selección de libros, unas exquisitas boutiques, hasta la forma perfecta en como te sirven el cappuccino el el Seabourn Square. Un masaje en cubierta, el cocktail exquisito, o simplemente la tripulación dándote la bienvenida con una toallita fresca cuando llegas a tu suite, y beber champagne con caviar en una recóndita playa semi desierta. La parte esencial de un crucero de lujo, es hacerte sentir especial cada minuto.
-Rutas y excusiones inéditas: El lujo también se caracteriza por los atraques. Nunca mezclándose con enormes mastodontes, un barco pequeño que llega siempre más cerca de las grandes ciudades, y también teniendo los “shuttles” incluídos. Escalas fuera de las rutas mas habituales, para que también en tierra tengas unas vacaciones perfectas e individualizadas. Además de las excursiones más trilladas, las experiencias Seabourn se basan en visitas individualizadas, especiales, y sobre todo vender experiencias. Ir de compras con tu chef, clases de cocina en un prestigioso restaurante local, o tal vez un concierto privado en las ruínas de Efeso. Digamos que sería la forma más cercana a lo que era hacer cruceros antes. Una especie de destacarse de la masa. La cubierta Marina, que se abre en popa, para que disfrutemos los placeres de los deportes acuáticos es otro aliciente. ¿atracar en saturadas playas caribeñas?. Pues no, solo los barcos boutiques llegan a las calas más desiertas y vetadas a los grandes barcos de crucero.
-Libertad: Si queremos sentirnos especiales, debemos ser totalmente libres en lo que hacemos. Horarios flexibles, no hay turnos, comeremos con quien queramos y sobre todo decidimos lo que queremos hacer en cualquier momento. No existe la palabra “NO”, sino que Seabourn hará todo lo posible para que estemos totalmente felices. No hay esperas en los desembarques, y sobre todo cada parte de nuestra singladura está directamente orientada a que seamos “los reyes” de la casa en todo momento. Elegimos los amenities del baño, bebidas del minibar, almohadas de nuestra cama etc. La libertad es la palabra que mejor define nuestra "experiencia Seabourn.
Al final del crucero, siempre nos quedará la reflexión: ¿Por qué no he experimentado el armonioso mundo Seabourn antes de ahora?. ¿Y todo este sueño tiene precio?. Si; mucho menos de lo que la mayoría de los cruceristas espera. ¿Qué tal salidas por menos de 2.000 euros?. Si, cierto, de verdad. Cuando estemos en casa, analizando nuestro crucero, además de haber cambiado nuestra idea de lo que debe ser un crucero perfecto, llegaremos a la conclusión de que jamás el dinero fue tan bien empleado. Compensa cada euro gastado.
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