Swan Hellenic recibió a los huéspedes a bordo de su nuevo barco con todo tipo de detalles exclusivos, como una parka de expedición con el logo de la compañía, y una mochila con termo. Pronto el barco enfiló el Canal de Beagle mientras los pasajeros disfrutaban de una deliciosa cena en el restaurante de diseño escandinavo. Serían dos días de navegación pasando el Pasaje de Drake, uno de los mares más peligrosos del mundo, pero disfrutando del té de la tarde con scones al calor de la chimenea del lounge.
Esos dos días de navegación también proporcionaron momentos de relax a los pasajeros para disfrutar de un masaje balinés en el spa, y para celebrar el año nuevo. Ya cerca de la península antártica, pudieron avistar ballenas y orcas muy cerca del barco antes de llegar a una tranquila bahía donde tuvo lugar el primer desembarco en zodiacs.
El paseo por las laderas de la bahía dejó increíbles imágenes para el recuerdo en todos los presentes, que inmortalizaron el momento y el avistamiento de los primeros pingüinos. Pero sería al día siguiente cuando la expedición topase con una autentica colonia de pingüinos con centenares de ellos desplazándose entre la colonia y el mar a través de caminos esculpidos en la nieve.
En los desplazamientos en zodiac, lo que mas impresionó a los pasajeros, además de los paisajes perfectos, fue el tamaño de los icebergs, en algún caso, como varios edificios, aunque también, los encuentros con focas sobre témpanos de hielo y ballenas. Los guías de cada expedición, auténticos exploradores, tienen conocimientos para explicar todos los aspectos de la vida marina, clima, biología e incluso historia de la zona.
Al regresar a bordo de cada expedición, los pasajeros eran recibidos con té y chocolate caliente, y en el vestuario de expediciones, dejaban en su taquilla la parka y las botas de goma antes de entrar de nuevo al confort del lounge o los camarotes.
En algunas escalas, varios pasajeros se atrevieron también a explorar el entorno en kayak, lo que sin duda les proporcionó una experiencia íntima y emocionante de contacto directo con la naturaleza.
A bordo del SH Minerva, además de los momentos de máximo confort y lujo en las comidas y cenas también hubo espacio para organizar una barbacoa más informal al aire libre en la zona de la piscina, y no faltó quien, pese al frio, se bañó en el jacuzzi exterior.
La piscina del barco, sin embargo, tendrá que esperar a las temperaturas cálidas de los trópicos cuando el barco inicie en las próximas semanas, su ruta hacia Alaska.
Y es que Swan Hellenic tiene en su catálogo una serie de rutas exóticas, a cada cual más emocionante y exclusiva, y pronto se unirá el segundo barco de la compañía, el SH Vega, aumentando todavía más las posibilidades.
Para más información visita su web www.swanhellenic.com, consulta con tu agente de viajes o solicita más información en este formulario.