Y tan corto, que ya fuimos y ya volvimos...
La ruta fue del 13 al 20 de octubre, y nos hizo un tiempo espectacular.
Como tampoco es una ruta muy exótica, les hago un pequeño resumen de lo que hicimos al final, por si a alguien le sirve de algo.
Para los que ya me han leido otros cruceros, ya saben que nuestra especialidad es ponernos malos antes del crucero.
Esta vez no le tocó a la niña. gracias a Dios no se rompió nada.
Me tocó a mí, que me ingresaron con una arritmia dos noches antes... Casi me quedo en tierra.
Pero no, no me quedé. Me fui de viaje con todos mis informes,
LLegamos a HAmburgo el día antes, 12 de octubre. Reservamos el hotel Novum Hotel Norddeutscher Hof, muy cerca de la estación central de trenes.
Llegamos por la tarde-noche, dejamos las maletas y nos fuimos a dar un voltio por el centro de Hamburgo a pie. Hay por allí una calle que es la caña, parece que estés en otro país, todos son restaurantespakistaníes, turcos y en general extranjeros.
En la calle de al lado, vuelves a estar en Alemania, cervecerías y mucha gente en las terrcitas con sus jarras y sus cenas.
Como era tarde y las abuela y la nena estaban cansadas, nos fuimos a dormir prontito.
A la mañana siguiente desayunamos en el hotel, hicimos las maletas, y salimos a dar una vuelta.
El barco atracaba en la estación Altona. Había dos posibilidades para ir, cogiendo el transfer de MSC que salía de la carpa que ponen en la estación central, o coger algún tipo de transporte público. MSC cobra 10€ por camarote, así que si es un camarote, merece la pena, pero con dos o más camarotes, ya empieza a salir carito. Incluso en taxi sale mejor.
Nosotros dejamos las maletas en el hotel, que estaba a menos de cinco minutos, y nos fuimos a pasear por el centro, llegamos hasta la Rathaus y alrededores.
Luego volvimos y cogimos el transfer de MSC. Mala elección, nos salió 20 € y en taxi habría salido igual.
Nos dejaron en la terminal de Altona a la una, no había casi nadie, hicimos el chequing y para dentro del barco.
Esta vez no estaban los camarotes preparados, así que en vez de ir al camarote, nos fuimos al buffet a comer y luego a la cafetería de la piscina a tomarnos un cafelito hasta que estuvieran los camarotes y las tarjetas.
Dimos un paseíto por el barco. A mí me gustó bastante, tiene un tamaño muy manejable, ni muy grande ni muy pequeño. La decoración es bastante sobria (una está acostumbrada a Costa... Cualquier cosa es sobria...). Y e fácil para ir de un sitio a otro.
Les cuento un poco mis impresiones del barco:
NO había aglomeraciones en ningún sitio . DEspués de un Meraviglia y dos Diademas, no encontrar colas se agradece enormemente. Por no haber, no había ni colas en recepción.
El buffet está bastante correcto, con variedad y buen sabor. Tampoco es para tirar cohetes, pero cada día iban cambiando. Hay que recorrerlo entero, tiene forma de U y si te piensas que los dos lados son iguales... pues no lo son, hay cosas que se preiten y cosas que no.
Está abierto 20 horas, pero comida hay sólo a la hora del almuerzo y la cena.
Por la mañana hay desayuno, por la tarde bocadillitos y dulces, y pizzas y hamburguesas sí que hay a todas horas.
Siempre encontramos mesa a la primera y cerca de una ventana.
Nosotros no vamos detrás de bañarnos en piscinas, así que mucho no puedo opinar. Probamos la interior un día, el agua estaba bastante calentita y no estaba llena de gente.
Yo probé un jacuzzi y estaba bien de temperatura y estuve sola. Que como ya digo, después de Meraviglia y Diadema con los mogollones de gente por todo, es un alivio no tener que darte codazos con la gente.
Lo que más me gustó es la gran cantidad de sitio que hay para sentarse. Nosotros nos aficionamos al Tiger Bar, en la cubierta 6, donde hacen los concursos, los quiz... Está muy animado.
El teatro también está muy bien y es muy cómodo. Y no está muy empinado, que en algún barco las escaleras son de infarto.
Los espectáculos los vi un poco flojitos. No es que estuvieran mal, pero los hemos visto mejores. De todas formas, para entretener están bien. En esta ruta hay días con dos sesiones y días con sólo una. NO los vimos todos.
Restaurante nos tocó L'Edera.
Bien, sin exagerar. Para mi gusto un poco estrecho.
Eso sí, el camarero estupendo, un indonesio llamado Maharta. Muy serio, pero amable y pendiente de todo. Nos hizo las cenas muy agradables.
El camarote estuvo muy bien, teníamos dos balcones Wellness, que creo que esta categoría desaparece y pasan a fantástica. Amplios, con sitio para la ropa y baño amplio, muy bien. El único fallo, la tele. ENANA.
También fuimos un día al spa.
Es pequeñito, pero como aquel día no había nadie, estuvimos como reyes.
Tiene tres bañeras de hidromasaje, dos saunas y dos baños de vapor. Y para de contar.
El médico del spa me quería hacer una infiltración de hialurónico... que miedo...
No se me ocurren más cosas, pero si alguien quiere saber algo, sólo pregunten.