Lo que debería ser un crucero transoceánico de 25 días se convirtió en un crucero de una semana por el mediterráneo.
CRUCERO INTERRUPTUS
Una caída delante de la puerta principal del CASINO DE MONTECARLO ha provocado la interrupción del tan esperado crucero.
Con la ayuda de las guías de COSTA que hacían la excursión de Mónaco y de varios cruceristas que habían hecho la misma excursión, me trasladé al aparcamiento donde estaba nuestro bus utilizando un taxi.
Al llegar a la terminal de cruceros me esperaba un trabajador del barco con una silla de ruedas que me llevó hasta el puente A donde se ubica el hospital del COSTA DELIZIOSA. Allí me hicieron una radiografía, me inmovilizaron el pie y me inyectaron un analgésico para mitigar el dolor que tenia en el tobillo por la doble fractura que me diagnosticaron.
Todos mis movimientos fueron desde entonces en silla de ruedas con un auxiliar de Costa.
Radiografía y cura en el hospital del barco.
Con un mesa de ruedas nos llevaron la cena al camarote donde estuvimos descansando hasta la mañana siguiente.
Al día siguiente nos trasladaron junto con unos cruceristas canadienses al Hospital Europeo de Marsella
La anfitriona de lengua hispana Gemma Masferrer nos acompañó todo el tiempo, igual que en el hospital del barco, y nos ayudó en los trámites administrativos y en las gestiones con nuestro seguro de viaje a los que envió, con su teléfono; el informe médico, copia de las radiografías y la factura del hospital del barco. Gracias a su eficiente gestión se aceleraron los trámites para iniciar el expediente con el seguro del viaje.
El diagnostico tanto de la médico de guardia como del traumatólogo del Hospital europeo confirmó la doble fractura y la recomendación de abandonar el barco para trasladarme a mi domicilio.
Desde la Terminal de cruceros contemplamos como zarpa el Costa Deliziosa sin nosotros.
Desde el hospital del barco me trasladan al Hospitality Service Desk del puente 2 donde me organizan la baja en el crucero y me ayudan a completar las gestiones con mi seguro. Mi mujer se encarga de hacer las maletas. El personal del barco nos ayuda a desembarcar bajando las maletas hasta la parad de taxis y llevándome en silla de ruedas. (¡Qué diferencia con el hospital público de gestión privada donde me operan en España!...Abandono la habitación sin ninguna ayuda de su personal y es mi mujer la que se encarga de buscar una silla de ruedas y trasladarme ella dejándome "abandonado" en un pasillo mientras va a buscar el coche)
El hotel que me adjudica el seguro está en el Puerto Viejo y el taxista que está en la parada de la Terminal de Cruceros me informa que debido a la huelga es imposible acceder al centro de la ciudad. También hay problemas para encontrar un vuelo para regresar a Valencia.
Finalmente me consiguen un vuelo desde Niza donde me reservan habitación en el RADISSON que está cerca del Paseo de los Ingleses y del aeropuerto.
Los traslados dentro del hotel los tengo que hacer con un carro de transportar maletas ya que no disponen de otro medio y yo no puedo andar.
Llegada al aeropuerto de NIZA
Al día siguiente tengo reserva en clase preferente en el vuelo de IBERIA de Niza a Madrid donde la asistencia en el aeropuerto es inmejorable: asistente para traslado en silla de ruedas, acceso prioritario, subida ( y bajada en Madrid) al avión utilizando un vehículo especial para camillas y sillas de ruedas con una plataforma elevadora para entrar al avión retirando la escalerilla de acceso de los pasajeros. Ocupamos los mejores asientos y la comida y la atención de las azafatas es excelente.
El traslado desde el aeropuerto Adolfo Suárez hasta mi domicilio lo hago con un vehículo grande con conductor que me ha reservado el seguro y que me está esperando antes de que recoja las maletas.
Al llegar a casa dejamos las maletas y poco después nos dirigimos a nuestro hospital de referencia acompañados de nuestra hija mayor. Pero eso es otra historia...