Hay muchas razones para navegar en uno de sus barcos.Habría muchas más, pero formularía cinco sobre todo.
En un mundo crucerístico tan masificado, el segmento de los cruceros de lujo se presenta como algo por explorar. Lo hemos probado. De precios usualmente elevados, están haciendo un esfuerzo titánico por ajustar las tarifas a niveles más racionales, y comienzan a ser una opción interesante, para alguien que quiera algo de calidad. Las cinco razones fundamentales para seleccionar a la compañía americana SeaDream son contundentes.
1) It s yachting, not cruising: (son yates no cruceros), concepto SeaDream Yacht Club sin pajaritas, smokings o trajes, solo libertad y vacaciones. Es un eslogan con fuerza, que a groso modo indica que no tiene nada que ver con una experiencia crucerística tradicional. No nos embarcamos en un crucero, sino en una especie de yate privado para el disfrute pausado de los placeres del mar. Barco con casi un tripulante por pasajero, distancias y dimensiones humanas, ambiente único y sobre todo un enfoque muy personal, en donde cada pasajero es único.
Sin duda, es perfecto para cualquier persona, que dentro de la calidad que rezuma, no les resulten atractivos las grandes naves, ni la saturación de sus instalaciones. No es un barco especialmente nuevo, y aunque sus instalaciones necesiten una readaptación, se mantiene en estado cuidado. Cuatro cubiertas, y nada más que un salón, biblioteca, spa, recepción, y mucho espacio para una gran piscina, decenas de tumbonas y camas balinesas, varios bares, restaurante interior, y espacio exterior polivalente que sirve de bar, restaurante, con estética netamente de un refinado yate.
2) Tripulaciones: Mientras se produce una cierta desidia en muchas navieras, en SeaDream cada uno de sus tripulantes es una joya. Desde el primer momento se aprenderán tu nombre, sabrán como te gustan las cosas, y te ofrecerán recomendaciones personalizadas. Educación exquisita, amabilidad apabullante, y un mar de sonrisas. Virtualmente cada necesidad es cubierta de forma inmediata. Recuerdo detalles concretos: café descafeinado, con hielo, unas gotas de crema desnatada y sacarina. ¿Un café un poco puñetero?. Si, pero al segundo café, no hacía falta que le recordaras a Collins, el amable barman sudafricano de piscina como me gustaba el café. Su capitán te recibe a pie de yate, y el resto de estos profesionales harán de tu navegación algo familiar. Nos parecerá que no hemos salido de nuestro propio hogar. No luche por llevar su propio plato del buffet, un tripulante lo hará por usted. Ser tratado como un rey entra dentro de los cometidos de la tripulación SeaDream II.
3) Comida suculenta: Y no se puede imaginar cuanto. Los chefs ofrecen menús cuidados, con ingredientes de primera calidad, en presentaciones sencillamente magistrales. Es un “todo incluido”, en donde los postres alcanzan enormes dosis de perfección, presencia de delicias como el caviar, o aperitivos de lujo como el jamón ibérico de pata negra, y el servicio es realizado de forma refinada y ceremoniosa. La bodega es excepcional con decenas de caldos de todas las partes del mundo. Aunque es un todo incluido, hay marcas de prestigio con un pequeño coste nominal. Las pequeñas dimensiones del barco permiten servicios ràpidos, y que el plato llegue siempre en condiciones perfectas. Aunque el servicio 24 horas en el camarote es limitado y básico, es de calidad.
4) Exclusividad y lujo: Si miramos el barco, no nos llamará la atención por sus instalaciones. Son bastante discretos, salvo la opulenta biblioteca pero la “clase” no se mide por su decoración, y el lujo es algo sutil que se percibe. Para ornamentos horteras, tenemos otras navieras en el mercado generalista. Que la decoración no quite protagonismo a sus pasajeros.
Camarotes exteriores con 18 m2 como mínimo, perfectamente equipados, cocktails privados en la piscina, mucho champán o detalles inimaginables como que un tripulante te limpie las gafas en la piscina, que recibas un regalo cada noche en tu cabina como un pijama personalizado, rosas sobre la almohada, o detalles más clásicos como los productos Bulgari, baños de mármol, toallas y albornoz de puro algodón egipcio, por no decir del lujo en cristalerías, loza, cuberterías, etc. Todo está estudiado, como que los pasajeros no esperen de pie en los puertos a la hora de coger el tender. Se despliegan asientos de mimbre, bajo una sombrilla muy fashion, y en donde los pasajeros disponen de un puesto bellamente decorado con fruta, galletas recién horneadas y bebidas. ¿Palomitas calientes cuando pides un DVD para tu camarote?. ¿Qué tal dormir debajo de las estrellas?. Use una de las camas balinesas en cubierta, en donde dispondrá que un completo servicio de cama para las veladas al aire libre. La lista es infinita.
5) Extras?. Realmente no demasiados:. Es algo importante. Claro que el SPA y excursiones son pagadas aparte, pero hay detalles como minibar personalizado con tus preferencias personales, pasando por todo tipo de comidas, vinos, cocktails, y champagne de calidad máxima. Y sobre todo algo que hace de SeaDream una experiencia única. Y me refiero en concreto a la Marina Deck. La parte de atrás dispone de una cubierta que se abre hacia el mar para disfrutar de todo tipo de excursiones acuáticas como motos de ski, windsurf, canoas, ski acuático, o la posibilidad de bañarse en el mar. En el Caribe el Caviar Splash es sencillamente increíble. Kilos de caviar servidos sobre una plataforma flotante, con litros de refrescante champán. Hay algo característico de la compañía, que la hace única: estancias prolongadas (hasta la noche) en los puertos, lo que hace aprovechar el tiempo al máximo.
CONCLUSIONES:
Es un producto recomendado para pasajeros acostumbrados a exigir lo mejor de lo mejor, educado y refinado, que aprecia las dimensiones humanas, y quiere entornos semi privados. Pasajeros activos, que saquen partido de las actividades que le ofrece el barco como la Marina Deck, las bicis de escalada, el simulador de golf, o el completísimo gimnasio.
Y sobre todo pasajeros de edad media, que no tenga problemas con el idioma, y pueda sobrevivir en un lugar donde el inglés es la referencia casi obligada. Sin duda, una experiencia celestial, que a pesar de ser de precios altos, ofrece grandes dosis de placer, y sobre todo calidad a la que no estamos acostumbrados en el mercado. Recomendamos las rutas del Caribe, por la partida que se le saca al barco, en unos climas en donde la vida exterior y marina es algo esencial. Y sobre todo para pasajeros que quieran escalas intimas, privadas, y poder descubrir algo más que los usuales puertos. Bienvenido al SeaDream Yacht Club.