Este singular barco maritimo-fluvial está especificamente diseñado para cruceros por el Guadalquivir y el Golfo de Cádiz, que ofrece durante todo el año desde su base en Sevilla.
La Belle de Cadiz tiene tres cubiertas mas la terraza superior lo que supone una capacidad para 176 pasajeros, que pueden visitar Sevilla con el barco esperandoles a 500m de la Plaza de España, frente al Parque de Maria Luisa. Una ubicación privilegiada que facilita comenzar la exploración de la ciudad por los Jardines de Cristina, punto ideal para contratar un paseo en coche de caballos y hacerse una primera composición de la ciudad.
En los cruceros fluviales, el destino se lleva toda la atención, aunque el barco debe tambien cumplir con las exigentes expectativas de los cruceristas. El MS La Belle de Cadix no es uno de los barcos más modernos de Croisieurope, sin embargo, está en perfecto estado de mantenimiento, especialmente las zonas exteriores, recientemente renovadas. En la cubierta exterior se instala una piscina portatil en verano, para refrescarse de las altas temperaturas que suele haber en la zona. Además de tumbonas, tenemos un area bajo toldo con mesas y sillas, que refugia del sol durante el día, y es el escenario perfecto para un gin-tonic con los compañeros de viaje de noche.
Desayunos, comidas y cenas tienen lugar en el comedor del barco, siendo el desayuno de tipo bufé y la cena menú único servido en mesa. En el desayuno te encuentras con el café y la leche, además de una cesta con bolleria, ya disponibles en tu mesa. A mayores hay fruta, yogur, cereales, huevos para cocer, un cocinero haciendo tortillas, pan, jamón y tomate rallado para hacer pan tumaca, embutido y queso y alguna cosita.
Las cenas constan de primer plato, segundo plato y postre, en un menú único fijado por el chef. Obviamente si tienes alguna alergia el chef te puede preparar algo especial, al igual que si viajas con niños. Los platos no tienen un nombre sofisticado, pero superan en sabor y calidad con mucho a los de la mayoria de cruceros maritimos que hemos probado. Y es que no es lo mismo cocinar para 3.000 que para 176, ni la materia prima es la misma. En un maritimo nunca te pondrán un corte de foie grass delicioso como siempre ponen en los cruceros Croisieurope en la noche de gala.
Respecto a la hora del almuerzo, la verdad, no lo hemos probado, y es que en un crucero fluvial que pasa tantas horas en destinos, es un pecado no probar las delicias locales, y en este caso, nos hartamos de "catar" el pescadito frito tanto en el famoso Restaurante Romerijo de El Puerto de Santa Maria como en la Freiduria de la Puerta de la Carne en Sevilla. En Cadiz nos decantamos por la fusión de tradición y modernidad en el fantastico restaurante Ultramar&nos.
Tras la cena, podemos desplazarnos al salón principal donde tomar una copa, jugar a las cartas, charlar sobre las anecdotas del día o bailar un poco. Alguna noche se organiza un concurso de karaoke.
Otra zona excelente para la noche, que pasan por alto muchos pasajeros, es el bar de popa con su preciosa terraza. Y es que para llegar aquí hay que atravesar todo el pasillo de camarotes y una puerta sin indicación alguna.
Los camarotes son todos iguales, salvo el tamaño de la ventana que difiere según la cubierta en la que se encuentre. Cuentan con camas gemelas, aire acondicionado, televisor, dos armarios no muy grandes, y un pequeño escritorio con espejo y secador.
Así es la recepción. Aquí te proporcionarán una clave para el acceso a internet por WiFi gratuitamente. Por otra parte, todos los cruceros Croisieurope incluyen las bebidas consumidas durante las comidas.
En los cruceros de La Belle de Cadix, se suele hacer escala en Cádiz y El Puerto de Santa María, con posibilidad de excursiones a Jerez, Granada, bodegas, noches de flamenco, etc. Hay algunas excursiones que también están incluidas en el precio del crucero.
Sin duda, un crucero fluvial en La Belle de Cadix te da la oportunidad de conocer varias de las ciudades mas afamadas de Andalucía en una escapada de entre 4 y 8 días. Es muy accesible, tanto en AVE como en coche (hay parking cubierto justo en el muelle) y aunque quizás no sea el prototipo de crucero fluvial (se navega poco y buena parte por mar) te da una día de como funciona este tipo de turismo. Cero estres, sin aglomeraciones, y las ciudades a pie de barco.
Y es por ello que este barco ha alcanzado ya la marca de 150.000 pasajeros desde que fijó su base en Sevilla.